Entre los principales beneficios de este tipo de metodologías se encuentra el preservar la importancia de comprender que el ecosistema de negocios no es inamovible. Por el contrario, la eficacia de un modelo de negocio se mide por su capacidad de adaptarse e innovarse constantemente.
Una de las principales consecuencias del COVID-19 dentro del ecosistema empresarial es el duro cuestionamiento al respecto de la efectividad de los modelos de negocio y de qué tan bien conocemos a nuestra audiencia. A partir de ello, una gran cantidad de empresas, en el curso de la cuarentena, reenfocaron sus proyecciones de crecimiento hacia otras variables más afines a su sector u optaron por nuevas estrategias, más digitales.
Sin embargo, en todas ellas se repitió un patrón en común: ponerle énfasis a la rapidez en sus procesos de producción. Con lo cual, se destaca una de las principales lecciones que nos deja la pandemia: ser conscientes de la importancia de brindar servicios eficaces, rápidos y digitales.
En tal medida, uno de los tópicos de principal interés ha sido el de la metodología “agile”, la cual está orientada a efectivizar el tiempo en los procesos de producción y optimizar los ecosistemas de trabajo.
Tabla de contenidos
ToggleMetodologías Agile: Ventajas diferenciales y esquema de trabajo
En el año 2001, los CEO’s de las principales empresas de software en Utah, convocados por Kent Beck, autor del software de Extremme Programming Explained, se reunieron para crear el “Manifiesto Agile”. En él, se señalaron las principales dificultades que tenía contar con esquemas rígidos de trabajo o modelos “en cascada”:
- Enfoques que priorizan el seguir un plan de negocios antes que responder ante los nuevos escenarios y oportunidades que se presentaban al momento de la ejecución del mismo.
- Limitación de la creatividad de los talentos de la empresa por darle prioridad a la ejecución de procesos repetitivos.
- Uso de documentos escritos como forma de escudo entre departamentos antes que como medio comunicativo.
- Pensar en el ecosistema empresarial como algo inamovible antes que, como equipos dinámicos, cargados de valor por la posición en la que se encuentran y que son claves al momento de rediseñar el plan de negocios.
- Priorizar el plan de negocios por encima de los objetivos de la empresa.
- Entender la relación con el cliente como algo contractual antes que como un mecanismo bidireccional en el que el cliente también es miembro del equipo y puede aportar a él.
A partir de ello, la metodología agile propuso cambiar el método de trabajo por uno que enfatice la mejora constante y rápida. De modo que sus procesos se encuentran caracterizados por el uso de softwares útiles al logro de objetivos. Sin embargo, con ello este tipo de metodologías no aluden a cualquier tipo de rapidez.
Para las metodologías agile está claro que rapidez no debe significar por ningún motivo la pérdida de calidad. Al contrario, todo es acerca de sumar y agregar valor. Por lo cual, uno de los pilares de trabajo es que los software utilizados por los equipos que utilizan estas metodologías no se rigen por los softwares ni se acoplan a él; en el sentido contrario: son las herramientas las que se acoplan al flujo de trabajo de los equipos, haciendo su proceso de comunicación y desarrollo más ágil y eficiente.
Es así que, bajo esta premisa y atendiendo los problemas de los modelos rígidos de negocio, las metodologías agile se centraron en cuatro pilares:
- Incrementar la calidad del trabajo realizado y disminuir los márgenes de error en tanto que la prioridad no es la ejecución de los planes de negocio, sino los resultados. Por ello, los planes se adaptan y reformulan conforme se contrasten los resultados.
- Trabajo interdisciplinario entre miembros de equipos distintos de una empresa. De este modo, se incrementa la satisfacción del trabajador y se impulsa el compromiso con la empresa. Esto tiene como resultado el desarrollo de la consciencia de lo que es realmente trabajo en equipo, lo cual es beneficios tanto para la empresa como para el ambiente laboral.
- Se acortan los ciclos de producción, tiempos de reacción y de toma de decisiones. Al trabajarse una comunicación fluida mediante reuniones constantes, se evita la burocracia y el desarrollo de estrategias conjuntas entre departamentos que podían tomar hasta un año en desarrollarse y no siempre ser efectivas.
- Incremento de la productividad al dinamizar la entrega de recursos, asignación de presupuesto e invertir asertivamente en los procesos de mejora que estén alineados a los objetivos de la empresa. De este modo, no existe límite para el desarrollo y propuesta de nuevas iniciativas.
Dentro de estos pilares, debemos destacar el trabajo interdisciplinario, en tanto que, para las metodologías agile, este debe trabajarse de forma puntual y efectiva. De modo que los integrantes de un proyecto poseen reuniones diarias llamadas “Dailys”, en las cuales señalan:
- Qué tareas han completado.
- Qué tareas realizarán para mantener el proyecto a flote.
- Y, en caso de que haya algún impedimento para poder avanzar, señalarlo oportunamente.
A esto debemos agregar que las metodologías agile no son una novedad en el Perú. Durante el 2018, de acuerdo a IDC-Everis, nuestro país se ubicó en el tercer lugar, después de Colombia y Brasil, ambas respectivamente en primera y segunda posición. Ello a raíz de que durante aquel año se registró que un 40% de grandes empresas peruanas implementó proyectos utilizando metodologías agile.
No obstante, a pesar de que se había proyectado el crecimiento de esta cifra hasta un 70% en esta misma categoría empresarial y de que esa proyección se proyectaba a crecer aún más para este 2020, la presencia del COVID_19 ha provocado que estas repunten en índice de aceptación. En especial desde que las metodologías “Agile” responden a la problemática actual: ¿Cómo innovar y trabajar un mejor plan de negocios sin perder la eficacia durante el proceso?
Teletrabajo y metodologías agile: Confianza en el equipo
Carlos Moure, CEO de Káiros DS, consultora “Agile” e IT, destaca que el nuevo escenario planteado por el COVID_19 representa una oportunidad para continuar innovando. En tal sentido, no solo enfatiza en la importancia de la organización, sino en la coordinación constante y en el refuerzo de la confianza en el equipo de trabajo.
En una entrevista para Byzness, Moure señala: “Cuando todos nos sentimos responsables de nuestra entrega de valor, empoderados y en un entorno seguro de trabajo, somos más productivos… Es el ‘pegamento’ que mantiene unidos a los equipos y el alineamiento empresarial“. Con lo cual, el CEO de Káiros DS destacó que las metodologías agile permiten que el equipo se sienta realmente orientado a resultados y a generar valor para la empresa antes que al simple cumplimiento de una tarea. Esto, en el largo plazo, tiene como resultado que la motivación dentro de los miembros de una empresa no decrezca, al contrario, se transforme en el núcleo de nuevas ideas que continúen revolucionando el sector.
Si te interesó este artículo, puedes continuar leyendo: Tendencias 2021: ¿El trabajo remoto llegó para quedarse?
2 Responses