Por: Vidal Flores, Gerente Corporativo de Recursos Humanos en Grupo EFE y Vicepresidente de la Asociación Peruana de Recursos Humanos (APERHU)

En el mundo corporativo todos los días generamos una gran cantidad de información a partir de estudios de mercado, proyecciones de ventas, resultados financieros, análisis del sector, crecimiento económico del país, comportamiento del consumidor, etc. Hoy en día vivir sin información y, sobre todo, no usarla en los tiempos correctos para tomar acción, te puede dejar en desventaja frente a la competencia.

Con el acceso a internet y todas las aplicaciones desarrolladas digitalmente, hoy se abren millones de posibilidades para conseguir información online que nos ayude a tomar decisiones. Salvo sea una información clasificada, todos los datos están al alcance de nuestras manos.

Así como existe información externa disponible, al interior de las organizaciones también la hay. Pero ¿por qué algunos ejecutivos se sienten con mayor poder al tener más acceso a información y no compartirla?

Compartir información

Hace algunos años fui invitado a dar clases en una importante universidad. Mientras preparaba el material necesario, me avisaron que tenía que adelantar unas semanas la fecha del inicio de las clases.

Quedaba muy poco tiempo y sentí que no sería suficiente para cumplir mi plan inicial de preparación. Por eso, solicité ayuda a una amiga, quien no solo era la decana de la universidad sino también había dictado el curso por muchos años. Me reuní con ella y, pacientemente, me explicó cómo había abordado el curso en más de 15 años de experiencia dictándolo; me mostró todo el material utilizado; me indicó los métodos de aprendizaje que le habían funcionado y los temas en los que tenía que poner el foco, etc.

La reunión me ayudó mucho. Esa noche, me quedé pensando cómo armar toda la estructura y las grandes ideas en mi presentación. Sin embargo, jamás imaginé lo que sucedería después.

Al día siguiente, cuando llegué a mi oficina, recibí un sobre cerrado con un USB y una nota que decía: “El conocimiento no se puede detener, el mundo avanza porque compartimos información. Aquí te envío todo el material que te será de mucha utilidad”. Firmaba mi amiga la decana. No podía creer que 15 años de investigación, con material delicadamente ordenado, clasificado, con sus mejores notas, me era entregado. Esta historia me dejó un gran aprendizaje y me quedó marcado por siempre.

Multiplicar la información

Aprendí que el verdadero poder de la información está en saber compartirla con las personas correctas para que la usen apropiadamente. Limitarla o negarla es condenar a la organización a una muerte silenciosa por las malas decisiones que se tomarán o limitar el crecimiento de las personas. Colaboradores con mentalidad de crecimiento que buscan saber y aprender más del negocio es el mejor activo que las empresas pueden tener. Si ellos no aprenden, la empresa tampoco lo hará.

Nuestro actual conocimiento es parte de lo que aprendimos a partir de la experiencia de otros, lo que leemos, y lo que experimentamos, vivimos y sentimos por nosotros mismos. ¿Por qué detener, entonces, el aprendizaje de las nuevas generaciones limitando su acceso a la información? Compartir los conocimientos es un enorme acto de humildad y desprendimiento que pocos gerentes autoproclamados “líderes” lo tienen.

Aquí comparto algunos consejos para promover lo que denomino el “verdadero poder de la información”:

  • Despréndete del ego que te vuelve ambicioso por tener más información que el otro.
  • Despliega y comparte toda la información relevante de la empresa con tu equipo y haz que ellos hagan lo mismo. No detengas la información. A más información, mayor compromiso.
  • Multiplica el conocimiento. Por ejemplo, si tuviste el privilegio de asistir a un evento al que tu equipo no tuvo acceso, comparte con ellos lo aprendido.
  • Comparte experiencia y material de proyectos que realizaste en tu vida laboral. Ellos sabrán sacarle provecho y no dudo que harán uno mejor que te sorprenderá.
  • Sorprende a tu equipo con un libro o comparte el que leíste recientemente.

El verdadero poder del líder está en servir, formar y hacer crecer a su equipo. Por lo tanto, compartir información y conocimiento adquirido por la experiencia que lo inviste es un deber que tiene para despertar la curiosidad y ver florecer nuevo conocimiento en los demás.

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