Gestión financiera

Todas las empresas dependen de una adecuada gestión para mantenerse y alcanzar el éxito. Para ello diversos ejecutivos se encargan de administrar el flujo de caja, fondos y monitorear los recursos financieros.

El propósito es encontrar el equilibrio óptimo para lograr los objetivos de crecimiento propios de la empresa a corto, mediano y largo plazo, además de aumentar el capital invertido por los accionistas o mejorar el bienestar de los propietarios.

Es así que, dentro de este amplio espectro, el gran reto es ser eficiente y uno de los principales desafíos es la gestión de gastos, saber identificar los beneficios y la rentabilidad de cada uno de ellos tanto para la organización como para los clientes.

Dos términos muy comunes para clasificar los movimientos de efectivo son Capex y Opex. A continuación, te comentamos con más detalle qué significa cada uno de ellos.

¿Qué es Capex y Opex?

Por sus siglas en inglés, Capex significa Capital Expenditure y hace alusión a los gastos o inversiones asociados a bienes físicos y tangibles, es decir, son gastos de capital que están diseñados para usarse a largo plazo y que conforme pasa el tiempo se pueden depreciar; la empresa es dueña, propietaria y responsable del cuidado, mantenimiento, actualización y monitoreo de estos activos. Todos ellos se reportan en estados financieros de balance y flujo de efectivo. Por ejemplo, un Capex sería la compra de vehículos, maquinaria pesada o de un local.

Por su parte, Opex, Operational Expenditure, se traduce como gastos operativos. Son gastos diarios o mensuales en los que incurre una empresa para mantener su negocio en marcha. Una de las principales características del Opex es que pueden ser deducibles de impuestos.

Por ejemplo, los Opex, serían alquileres, sueldos de trabajadores, viajes de negocios, entre otros. Hay que tener en cuenta que cada empresa tiene diferentes gastos de capital, por lo que deberán analizar las opciones del mercado para que puedan optar por la alternativa de su conveniencia. Tener en claro estos términos es ideal para esclarecer y analizar los KPIs de su negocio, ya que se tendrá una visión más clara y profunda de los gastos en que incurren, lo que facilita el control financiero y la eficiencia de sus inversiones.

¿En qué se diferencian los Capex de los Opex?

Sencillo, el Capex suele implicar mayor desembolso de dinero en una primera instancia, ya que es una compra de activos; mientras que Opex es una contratación del activo que se requiere o necesita, como si fuera un servicio.

Es decir, uno invierte en bienes físicos, mientras el otro en elementos intangibles. Además, en términos tributarios, el Opex es más atractivo que el Capex. 

¿Cómo defino cuál es el adecuado para mi negocio?

Lo primero que se requiere hacer es conocer la situación actual del capital de su empresa y determinar los planes que tiene, así como investigar un poco los flujos de años pasados, ya que así conocerá el panorama completo de su negocio.

De igual forma, para determinar cuál de las dos opciones se ajusta mejor a su requerimiento, es necesario calcular el costo y beneficio de cada una de ellas. Lo barato no siempre es la mejor opción, pero tampoco todo lo que brilla es oro.

¿Cuál es el más adecuado para TI de mi empresa?

Si trasladamos estas decisiones al departamento TI de un negocio, podemos ver cómo hoy en día el costo por obsolescencia juega un rol muy importante, por lo que las inversiones suelen ser más Opex que Capex.

Esto debido a que tiene muchas más ventajas y agrega valor al negocio, sumado a los rápidos cambios que se producen en las tecnologías y que afectan directamente en la productividad de los trabajadores.

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