Por: Gabriela Denegri, LinkedIn Top Voice Latam 2022 y fundadora de Brandtech
Los ejecutivos del Perú resguardan un conocimiento único e inspirador dentro de sus ocupadas agendas, pues tienen la más rica experiencia y conocimiento de su sector. En ese sentido, es fundamental que puedan compartirlo para motivar a nuevas generaciones, sean o no trabajadores de sus organizaciones.
Si bien existe la duda de cómo hacerlo de manera eficiente, es importante entender que ahora existen más herramientas para poder destacar e informar a la comunidad, y de esta forma generar que su voz trascienda como profesionales. Por dar un ejemplo, la pandemia nos cerró las puertas de las oficinas por dos años, pero nos abrió las puertas a lo virtual.
Por ello, podemos decir que la presencia o reputación digital dejó de ser una opción, y se convirtió hoy en una necesidad para los profesionales de alto nivel. Para los que no estén familiarizados con el término, ésta hace referencia al comportamiento estratégico y repetitivo en digital, con la finalidad de calar en la memoria de la audiencia.
Este valioso intangible dejó de entenderse como solo un “alardeo” o “autobombo” digital para convertirse en un recurso de comunicación mucho más profundo, genuino, pero sobre todo estratégico donde los ejecutivos pueden enfocarse en aspectos claves como su propósito, la experiencia del equipo, los problemas que resuelven, sus valores y principios.
LinkedIn es una de las redes sociales de más afluencia para los ejecutivos, pero no necesariamente es la que mejor se utiliza. Según LinkedIn, en Latinoamérica existen 336.7 millones de usuarios, de los cuales solo 7 millones se encuentran en Perú. A ello se suma que 4 de cada 5 usuarios son decisores de compra (altos ejecutivos, líderes, jefes, gerentes, etc), pero su participación suele ser muy reducida.
Una de las principales causas de fracaso en cuestiones de reputación digital en el país es el foco inadecuado que se le asocia. Por ejemplo, cuando hablamos de grandes corporaciones y empresas, el paso común es posicionar únicamente a la marca empleadora y no apostar por las voces que realmente sobrellevan el poder de estas marcas: sus líderes y colaboradores.
En ese sentido, hay 5 claves que debes tomar en cuenta para manejar tu reputación digital:
1.Conoce de lo que vas a hablar. Es necesario que tengas claridad sobre los tópicos o temas que vas a cubrir. Recomiendo que no sean más de tres. Uno de ellos debe ser sí o sí de índole personal para poder humanizar y conectar con la audiencia.
También es importante que puedas definirte como persona. Ello quiere decir que, mediante una introspección, puedes definir quién eres, qué te diferencia del resto y qué es lo que podrías destacar de ti mismo. Esto ayudará a determinar qué es lo que vas a ofrecer y cómo lo vas a comunicar. Recuerda que antes de comunicar quién eres, debes saberlo primero tú mismo.
2.Limita hasta dónde y cuánto deseas compartir. Tú eres la única persona que puede decir qué cosas compartir sobre tu gestión en la empresa y/o vida personal. Poner límites no es malo. Al contrario, te ayudará a sentirte más seguro y en control de tu comunicación.
3.Se constante. Las redes sociales son muy ingratas. Es necesario que aparezcas como mínimo dos veces a la semana para asegurar tu recordación.
4.Se coherente. La reputación se crea a base de credibilidad y confianza. Si no somos coherentes con lo que decimos y hacemos, no podemos pretender que las personas nos crean. Por eso, lo que se dice, se hace.
5.Mantente atento a la coyuntura. Es muy importante mantenernos actualizados con las noticias globales y de la región. Siempre hay fechas importantes que destacar o eventos que puedan interferir con los temas que estés compartiendo. Recuerda: el contexto puede determinar el éxito o el fracaso de tu presencia profesional en el mundo digital.
En Perú muchos ejecutivos piensan que la única forma de hacer que su negocio tenga éxito es posicionar su marca y esperar a que esta crezca para que luego ellos se puedan posicionar como las cabezas. Sin embargo, esto también puede funcionar al revés. Un fundador o funcionario de alto nivel puede posicionarse como experto en su rubro, y usar esa credibilidad para redirigir su reputación a fin de generar mayor alcance a su empresa. ¿Por qué? Porque si ya crees en alguien, es fácil creer en las cosas que comparte, recomienda, dice o vende.