Por: Ursula Franco Block, Founder y Creative Connector de Hecho con Meraki

¿Sabías que ocho de cada 10 trabajadores afirman que se esforzarían más si trabajaran con un líder o lideresa agradecida? A consecuencia de ello, los trabajadores sentirían mayor satisfacción en su trabajo y tendrían menos probabilidades de sufrir de burnout. Así lo revela un estudio de Glassdoor.

Ese mismo informe señala que la práctica constante de gratitud desarrolla sabiduría, paciencia y humildad. Por el contrario, no ser agradecido, dar la espalda, no reconocer los esfuerzos, te hacen una persona arrogante y ser visto como líder o lidereza vanidosa y extra demandante.

La gratitud puede ser un camino al optimismo, la humildad, la espiritualidad, la autoestima y el bienestar general. ¿Qué tal si, terminando de leer esta columna, decides agradecerle a alguien; llamas a alguien de tu familia y/o amigos para saber cómo están; o te tomas esa pausa y te engríes y agradeces por todo lo que has hecho esta semana? Por cierto, ¿hace cuánto tiempo no descansas de verdad?

Quienes son de mi generación, recordarán la canción de Alejandro Sanz con Shakira “Te lo agradezco, pero no”. Además de que el título hace referencia al agradecimiento, esta canción tiene una frase que me llama la atención: “No hago otra cosa que olvidarte”. Yo me pregunto: ¿cuántas veces nos hemos olvidado de nosotros mismos y de los seres humanos de nuestro entorno? Y aquí sí estaría bien que nos sal-pique la gratitud en dosis sinceras y sin restricciones. 

Cultivando el agradecimiento

Los animo a dar las GRACIAS. Así de sencillo, cuando corresponda, a tiempo, no solo a quienes metieron los goles sino también a quienes lo intentaron, dieron el pase o estuvieron alentando durante el partido. 

Démosle cabida a ese impulso de gratitud que puede venir, incluso, en una nota de agradecimiento, pequeña, sí, pero sobre todo, sincera. 

Si aún no estás muy acostumbrado o acostumbrada de dar las gracias en tus interacciones diarias, aquí te dejo unas pautas a modo de listas que te pueden ayudan a perfeccionar esta conducta sana y enriquecedora para ti y tu equipo de trabajo:

  • Tres cosas que agradeces de tu trabajo.
  • 5 cosas buenas que te pasaron con tu equipo o en casa.
  • Menciona tres cosas que amas de ti. 
  • Agradécele a alguien de verdad, no por cumplir.
  • Tómate 30 minutos para ti.
  • Realiza un acto de bondad al azar.

Una práctica diaria y sincera

En mi caso, desde el 28 de enero del 2021 tengo un grupo de WhatsApp con dos de mis mejores amigas. Desde ese día, decidimos agradecer todas las noches por lo que nos pasaba en el día. Agradecemos por diferentes motivos: desde poder dormir en una cama, poder bañarnos con agua caliente, tener agua, viajar, ver a nuestras familias, recibir un aumento de sueldo, tener una cita, ver el sunset, tener salud, entre otros motivos. 

Nuestro recorrido de gratitud es de amplio espectro y ese sería mi consejo para todas las personas: no dar a las personas ni las vivencias y/o cosas que nos pasan por sentado. Es primordial reconocerlas y darles su espacio.

Karen Faith, experta en marketing, etnografía y empatía, afirma que todas las personas somos dignas de ser bienvenidas. Es decir, merecen su propio espacio. Yo añadiría que todos somos merecedores de recibir las gracias. 

Las opiniones de estas columnas son escritas por profesionales destacados en sus especialidades e independientes de Leasein.