Por: César Vieira, director de Insights y Estrategia en APOYO Comunicación.
La sostenibilidad es un tema cada vez más relevante en el mundo empresarial. Así como la pandemia dejó en claro la importancia de la digitalización para las empresas, también nos llevó a preguntarnos, ante la falta de manos del Estado, si las empresas deben tener un papel social y ambiental más importante.
Según el estudio CEO Outlook 2022 de KPMG, el 60% de los CEO a nivel global considera que la exigencia de los grupos de interés con respecto a información y transparencia en temas de sostenibilidad se ha incrementado significativamente.
Frente a esta creciente expectativa, es válido preguntarnos qué podemos hacer para ayudar a las empresas a impulsar su gestión de sostenibilidad. En APOYO Comunicación, junto con L+1, a fines del año pasado aplicamos una encuesta a ejecutivos a cargo de la sostenibilidad en compañías interesadas y activas en el tema. Los invitamos a que evalúen, de manera objetiva, la gestión de sus empresas.
El estudio nos permitió desarrollar un modelo para explicar aquellas gestiones más avanzadas o transformativas de la sostenibilidad, es decir, aquellas empresas donde la sostenibilidad es parte de la visión y modelo de negocio. Identificamos tres ejes de acción que caracterizan las gestiones transformativas.
De la mirada estratégica a la ejecución
El eje con mejores autoevaluaciones fue el de la mirada estratégica de alto nivel, lo que refleja un cambio de mindset en la planificación del negocio a nivel de C-suite y directorio, donde la sostenibilidad empieza a ser un elemento cada vez más relevante en la toma de decisiones.
Sin embargo, los resultados también indicaron que todavía hay puntos ciegos o limitantes en la implementación de la sostenibilidad como parte de la gestión diaria. Una primera brecha que dificulta a muchas empresas pasar de la visión a la ejecución aparece en el eje de la medición de indicadores sociales y ambientales. Es importante ayudar a las empresas a generar indicadores estratégicos que permitan medir si las acciones de las empresas están logrando cumplir con los objetivos planteados en su estrategia de sostenibilidad. Además, es necesario medir el retorno de esa inversión tanto para la comunidad como para la empresa.
La segunda brecha aparece en el eje de involucramiento de todas las gerencias. La gestión de sostenibilidad aún está encapsulada en una sola área o en los altos mandos, lo que hace que sea necesario desarrollar mecanismos para involucrar activamente a todos los colaboradores de la organización para lograr una gestión transversal de la sostenibilidad.
Los retos que deben enfrentar los gestores de sostenibilidad apuntan a pasar de la visión a la acción a través de cada integrante de la empresa, que entiende la sostenibilidad como parte de sus funciones. Es decir, que todos asuman la responsabilidad de hacer negocios de manera sostenible. Hablamos de un cambio de mindset.
Cambio cultural
Al igual que ocurrió con la transformación digital, las empresas que tuvieron más éxito durante la pandemia fueron aquellas que habían incorporado el mindset digital como parte de su cultura. De la misma manera, para impulsar la sostenibilidad en nuestras empresas es necesario cambiar la cultura y la forma de hacer las cosas.
Para lograr una verdadera transformación cultural que incluya la sostenibilidad como un componente central, es necesario abordar ciertos aspectos clave. A partir de nuestro estudio identificamos tres elementos que son más recurrentes en las empresas que tienen una mejor autoevaluación de su gestión. Estos son: gobernanza, incentivos y liderazgo.
En el plano de la gobernanza, un Comité de Sostenibilidad resulta un espacio importante para monitorear el progreso y los indicadores de sostenibilidad. En cuanto a incentivos y recompensas, estos son un factor clave en el cambio de comportamiento de cada uno de los trabajadores. Las empresas con una gestión más avanzada suelen vincular parte de los bonos de sus líderes a los objetivos de sostenibilidad. En menor medida, suelen incluir indicadores de sostenibilidad en las evaluaciones de desempeño de todos los colaboradores. Por último, en cuanto a liderazgo, es necesario fomentar el liderazgo comprometido a todos los niveles, especialmente en los jefes directos que tienen una mayor cercanía con los colaboradores.
Los resultados demuestran que la planificación estratégica de alto nivel es un factor clave. Sin embargo, todavía existen puntos ciegos en la implementación práctica, como la medición de indicadores sociales y ambientales y el involucramiento de todas las gerencias. Es necesario abordar estos retos desde un enfoque de transformación cultural que garantice que cada miembro de la organización se convenza de su importancia y asuma la responsabilidad de hacer negocios de manera más sostenible.
