Recientemente un artículo de Dia1 (El Comercio) dio cuenta de la expansión que están teniendo las fintech en Perú.
Pero, ¿qué son las fintech?
Las fintech son nuevas empresas que brindan algún tipo de servicio o producto financiero utilizando la tecnología existente para poder acercar su oferta -muchas veces innovadora- a personas naturales y empresas.
Tiene todo el sentido económico que sigan apareciendo más empresas de este tipo pues detrás de todo esto existe una premisa: los espacios que deja la banca tradicional conforme cambian los patrones de decisión de sus clientes.
Por ejemplo, el cambio que más espacios abre para las fintechs es el sentido de inmediatez de los clientes (personas o empresas) o de necesidad de contar con una solución financiera de manera rápida, sea de un producto o un servicio. Es que “todo es para ayer”.
Sin duda, el efecto “whatsapp” ha cambiado la velocidad como las personas y empresas decidimos. Así las cosas, el reto no es que se creen más fintech en Perú que se inserten dentro del mercado, porque ello sin duda ocurrirá. El verdadero reto es que las actuales fintech permanezcan en el mercado y se conviertan en empresas económicamente sostenibles y casos de éxito empresarial.
Por ejemplo, de las actuales fintech existentes, algunas de ellas mencionadas en el artículo de Dia1, en promedio el 80% de ellas no estará en el mercado dentro de cinco años. Eso es estadístico y no hay mucho que analizar al respecto.
Fintech en Perú: ¿Por qué solo algunas seguirán de aquí a 5 años?
La primera razón es que en sus primeros años las nuevas empresas (refiéranse a ellas mismas como start-ups o pymes) tienen una alta tasa de mortalidad debido, según Forbes, al fracaso de sus modelos de negocio, a la falta de liquidez, a ataque de la competencia, entre otros aspectos.
A esto hay que agregar algo inherente a las fintech: su modelo de negocio está soportado en herramientas digitales, lo cual las hace ingresar a un grupo de empresas de alto riesgo -las tecnológicas- donde más del 90% de ellas muere en los primeros tres años, incluso habiendo levantado capital, según CB Insights. De hecho, hay fintech que se describen a sí mismas como “techfin”, es decir, empresas que en realidad son tecnológicas (entiéndase a lo Silicon Valley) que terminan ofreciendo una solución financiera. En valorización de empresas este es el segmento con más alto riesgo y mortalidad.
Entonces, para permanecer en el mercado las actuales fintech en Perú tienen el reto de aceptar el riesgo inherente del sector donde se desenvuelven. Muchas veces los emprendedores cometemos el error de negar la realidad de que todas las empresas pueden morir, incluso la nuestra. Nos negamos a aceptar la fragilidad de nuestros modelos de negocios incluso sabiendo que los cambios estructurales en las industrias son cada vez más veloces y frecuentes.
Cabe aquí hacer una recomendación que nunca debe faltar: hacer un plan estratégico basado en la destrucción, es decir, buscando entender qué es lo que hará que mi empresa salga del mercado en los próximos años. Si un emprendedor conoce el riesgo futuro entonces podrá tomar mejores decisiones desde ahora.
El componente digital es lo más fácil que se puede atacar. A veces solo falta tener espaldas financieras más anchas para poder hacer un mejor desarrollo tecnológico. También hay riesgos por los cambios en el marco legal, es decir, nuevas regulaciones -que se ven venir desde ahora- que podrían cerrar la brecha de mercado que hoy nos permite operar como fintech. ¿Pensamos acaso que los mismos bancos no van a reaccionar? Pues de hecho lo harán y esa es otra variable a tener en cuenta.
El reto no es la expansión de la industria, pues definitivamente aparecerá un mayor número de fintech en Perú, sino que las que actualmente estamos operando sigamos vigentes en el futuro a través de la constante innovación.
Por Carlo Mario Dioses, cofundador de Leasein y socio de Valoriza Consultores