Por: André Chávez, gerente de Analítica de Datos y docente de posgrado

La digitalización, la omnicanalidad, los modelos de usuario–proveedor cada vez más exigentes y las personas deseando estar cada vez más interconectadas están cambiando la forma cómo las empresas prestan sus servicios y funcionan a la interna.

Así, soluciones tecnológicas como inteligencia artificial, machine learning, DevOps, cloud computing, data analytics, entre otras, están a disposición de las empresas, sin importar su tamaño. De hecho, todos interactuamos con la inteligencia artificial al utilizar relojes inteligentes, que a diario recopilan nuestros datos sobre nuestra actividad física, por ejemplo; o cuando elegimos ver una película en la plataforma digital de nuestra preferencia y recibimos recomendaciones personalizadas. Lo mismo y a mayor escala sucede con las organizaciones.

Sin embargo, la gran pregunta que surge es cómo pueden las empresas adoptar estas tecnologías y aprovecharlas mejor.

Como especialista en data science y promotor del uso de las nuevas tecnologías a disposición de las empresas, puedo afirmar con toda seguridad que para que las soluciones tecnológicas nos jueguen a favor, se requiere de dos elementos clave fuera del ámbito tecnológico.

El primero es el diseño de la estrategia o modelo de negocio que se quiera seguir. La tecnología apalanca el modelo, lo expande y lo vuelve escalable; pero no funciona de manera conmutativa. Es decir, por más tecnología y algoritmos que usemos, si la estrategia y el modelo de negocio no están bien definidos, los KPI estratégicos van a carecer de cimientos que podamos mover o empujar con todo lo anterior descrito.

Cuando definimos modelo de negocio, estamos hablando de la intersección de la visión que tenemos como compañía, la misión que nos empuja y motiva a esto; y, por último, nuestro propósito de organización enlazado con las anteriores.

Por lo antes mencionado, no existe mejor tecnología que la que te funciona como negocio u organización, por más simple o sencilla que parezca. Nada se hace de la noche a la mañana; y haciendo la analogía, muchas veces lo más sencillo termina dando mejores resultados por la simplicidad que conlleva.

El segundo elemento clave tiene que ver con los grupos humanos. El involucramiento y el cambio de mentalidad de las personas es algo que no tiene que ver con tecnología. No obstante, nos aporta agilidad, conexión y, sobre todo, contribuye a que los procesos tecnológicos sean adoptados de manera más natural.

Por otro lado, y a modo de bonus track, no olvidemos que las decisiones vienen de la información y esta última proviene de los datos. Entonces, si no tenemos una política robusta de gobierno de datos es muy difícil llegar a tener si quiera una decisión de negocio que esté bien argumentada, por decirlo menos.

En conclusión, el éxito en el uso de las tecnologías disruptivas es la sinergia entre un pensamiento ágil e innovador; rutinas basadas en agilidad y experimentación continua; el manejo del cambio en la organización; la toma de decisiones basada en datos, productos o soluciones analíticas construidas con herramientas de inteligencia artificial y machine learning sobre tecnología de vanguardia que apalanque todo lo anterior.

Las opiniones de estas columnas son escritas por profesionales destacados en sus especialidades e independientes de Leasein.