Por: Ursula Franco Block, Founder y Creative Connector de Hecho con Meraki
Liderar es un acto de fe en el equipo y también un acto de presencia. Si estás a medias, no funciona. Tampoco funciona aferrarte a las buenas prácticas del pasado y obsesionarte con hacer benchmarking de las mejores prácticas para ver “cómo se hacen las cosas”. Así sólo te limitas a seguir haciendo las cosas como siempre, sin retar el statu quo, sin darle un margen a la creatividad, la innovación ni a más posibilidades. Entonces, ¿por qué no pensar como lo hacen los artistas? Al fin y al cabo, todos somos creadores. Sea el lugar que ocupes, el trabajo que desempeñes, siempre creas; ¿o, acaso, como dice el marketero Seth Godin, “sólo sigues instrucciones”?
Entonces, ¿qué principios de las artes podemos aplicar a nuestra vida diaria y no sólo a la forma en la que lideramos?
A continuación, les presento un recuento desde mi experiencia como coach en artes expresivas para las empresas, y habiéndome zambullido en el arte para entender qué podemos rescatar de ellas para tener vínculos más humanos y auténticos.
- Propone preguntas, no tiene todas las respuestas. No tiene miedo de no tenerlas y decir no sé y está dispuesto a escuchar las contribuciones de los otros artistas de su equipo.
- Cultiva su curiosidad. No se mira el ombligo. Tampoco cree que la curiosidad mató al gato. Busca y se regala momentos de sorpresa. Se relaciona con personas diferentes en formación y visión. Promueve la polinización cruzada, se expande, se conecta.
- Es humilde. Los demás artistas también saben. En las artes expresivas, el artista no entiende al otro como alguien a quien hay que enseñarle cómo se hacen las cosas; sino que se le reconoce como un ser humano que tiene las respuestas y nosotros lo guiamos a que descubra. Además, las creaciones (la obra de arte) es data, es semilla para algo más.
- Sabe que el error es una posibilidad. Hay convicción en el talento y fe en el ser humano, reconociendo que en el camino de creación habrá baches que saltar y obstáculos con los que, por más malabares que se hagan, se tropezará. Lo entiende como parte del trabajo y de la experiencia.
- Se aleja de la productividad tóxica. Adiós a la reunionitis, a estar en todos lados y estar en nada. El hacer no es su estandarte. “Estoy a mil” y “no tengo tiempo” son frases que a veces inflan egos y tensiones musculares. No son el modus operandi del artista. Liderar como un artista es tomarse el tiempo para hacer STOP, reiniciarse cuando sea necesario, respirar y dejar que los demás respiren.
- Está presente. Si nos remitimos al mundo del teatro, el artista está presente en el escenario. Toda su concentración está en el acto (escena) presente. No se distrae ni está mandando correos o contestando mensajes de WhatsApp. Está ahí al 100%.
- Tiene sentido del humor. El artista se ríe de sí mismo y aligera el ambiente. Hace fácil el trabajo y la convivencia. En un estudio de Harvard, se dice que los equipos que trabajan con líderes con sentido del humor son más efectivos y confían más en su líder. Para conocer más sobre este punto, recomiendo el libro “Humour Seriously: Why Humour is a Superpower at Work and in Life”.
- Confía realmente en el Producto Mínimo Viable. Cree en los prototipos. Confía en que hay que probar y no cree que siempre necesitamos tenerlo todo cerrado y a la perfección. Si bien no considera que la curiosidad mató al gato, sí cree que el perfeccionismo lo puede poner en cuidados intensivos. En las artes expresivas hay una frase que me regaló mi asesor José Miguel Calderón, fundador de TAE Perú y Barcelona: “the surface is deep”, ahí hay información, no la descartemos, soltemos el prototipo, realmente hagamos honor a esos cuadros que están en las paredes que dicen: “equivócate, prueba porque así habrá innovación”.
La anterior es mi lista. Te invito a seguir completando desde tu experiencia.
Cierro esta columna de opinión con un llamado para un liderazgo rebelde con humanidad, bello, presente y sincero. Al fin y al cabo, como dice Warren Bennis, autor de “The art and adventure of leadership”: “El proceso de convertirse en líder es muy similar al proceso de convertirse en un ser humano integrado”.