Por: Javier Benítez, coach y autor en temas de Felicidad; y fundador de Sé Feliz Academy
La semana pasada se celebró el Día Internacional de la Felicidad. Desde 2013, la Organización de las Naciones Unidas festeja este día como reconocimiento del rol clave que la felicidad tiene en la vida de las personas. Todos añoramos ser felices. Y si bien, poder ser felices depende de satisfacer necesidades básicas (componente externo), también tiene un componente interno muy significativo.
Es sobre esto último de lo cual deseo comentar ahora.
La relación entre felicidad y propósito
Una de las cosas más importantes dentro de la añorada felicidad que buscamos todos es acercarnos a nuestro propósito. Sí, así como se define un propósito para las organizaciones, las personas también tenemos un propósito.
No todas las personas tienen claro su propósito personal. Yo lo defino como aquello que nos gusta hacer y para lo cual somos buenos. Pero eso no basta, falta un tercer elemento: aportar valor a la humanidad. De lo contrario, si solo es algo que nos gusta hacer y para lo cual somos buenos, pero no tiene valor, se trata de un pasatiempo.
Se debe tener claro que la felicidad es un viaje que emprendemos y que no está exento de desafíos. Es por eso que el propósito se vuelve esencial: cuando tenemos un propósito definido, es más fácil que podamos tolerar esos reveses que nos da la vida en nuestro viaje a la felicidad.
Definir nuestro propósito es un proceso que se va dando paulatinamente. En mi caso, tuve que hacer un viaje relativamente largo, que empezó con la publicación de un primer libro que casi no me atreví a escribir y para el cual tuve que superar muchos desafíos. Lo mismo sucedió con la publicación del segundo libro.
Es increíble pensar que ya son ocho los libros que he publicado y que este 28 de marzo di por inaugurada mi academia virtual: Sé Feliz Academy.
Iniciar el viaje de la felicidad
¿Libros y ahora una academia? Puede dar la impresión de que no hay relación entre ambos. Pero sí la tiene. En mi caso, mi propósito es enseñar a millones de personas a ser más felices. Entonces, tanto los libros como la academia virtual cumplen ese objetivo.
Los libros y la academia son medios que me permiten alcanzar mi propósito personal. Y ésta es la otra característica a tener en cuenta sobre el propósito: los medios pueden ser diversos y dependerán casi siempre de las circunstancias del momento. No obstante, el propósito se mantiene igual en el tiempo.
Dada mi amplia experiencia acompañando a las personas a ser felices, les aseguro que así como es crucial definir nuestro propósito, lo es empezar a realizar las acciones que nos acercan a ese propósito. Por ejemplo, les comenté que a mí me costó mucho escribir mi primer libro.
Sin embargo, también les puedo garantizar que una vez que empiezas a realizar esas acciones para alcanzar tu propósito, los siguientes pasos se vuelven más fáciles y los niveles de felicidad aumentan. El avanzar en nuestro camino hacia nuestro propósito ya contribuye con nuestra felicidad, pues existe coherencia entre lo que queremos ser o dónde queremos llegar y los pasitos que estamos dando para conseguirlo.
Por eso, los animo a prestar atención a aquello que les gusta hacer, para lo cual son buenos y aportan valor a la humanidad. Ese es su propósito. El siguiente paso es empezar a realizar las acciones para conseguirlo.