La economía colaborativa o sharing economy es un modelo económico en el que se intercambia bienes y/o servicios entre empresas. Este concepto empresarial está siendo una tendencia actualmente debido a los beneficios que ofrece como nuevas tecnologías y redes cooperación.
Los startups están aplicando este modelo en su negocio ya que, mediante sus plataformas online, que ponen en contacto a personas que ofrecen un producto o un servicio con aquellas que deseen utilizarlo, crean redes de proveedores y de usuarios que comparten intereses en común.
Asimismo, una característica clave de los modelos de economía colaborativa es que brindan una oportunidad económica para que las personas y las pequeñas empresas intercambien sus activos infrautilizados con otras personas a través de intermediarios.
¿Cómo los nuevos modelos de comercio digital buscan rentabilizar activos que antes se descartaban?
La era digital impulsó el crecimiento global de la economía colaborativa en diferentes sectores del mercado. La preocupación del medio por el medio ambiente y la renovabilidad son aspectos para resaltar la reutilización de productos que antes se descartaban.
En el sector de productos de “segunda mano” han aparecido diversas aplicaciones que se dedican a la venta de objetos de segundo uso como ropa, libros de texto, electrodomésticos y casi cualquier cosa que se tenga en casa y que ya no le des uso.
También está la restauración que sirve para evitar el desperdicio de los restaurantes, bares, supermercados y tiendas de alimentación ofertan paquetes con aquellos productos que no se han vendido y que de no consumirse tienen que ser desechados.
¿Cómo este modelo democratizó el acceso a la oferta y demanda? (Ejm. Airbnb)
En la economía colaborativa es necesario que una empresa o un grupo actúe como intermediario para facilitar la capacidad de los consumidores de confiar unos en otros. Un ejemplo es Uber, las personas con autos pueden llevar a otras personas que desean una alternativa económica al servicio de taxi; también está Airbnb, que funciona de intermediario entre aquellos que quieren alquilar un espacio y quienes buscan un lugar donde hospedarse.
Además, las empresas que están en la economía colaborativa confían bastante en el espacio digital y las aplicaciones para conectar a compradores y vendedores. Las revisiones en línea y las verificaciones de antecedentes facilitan la confianza para hacer posible estos intercambios.
Este modelo ayudó a la democratización de la oferta y la demanda gracias a que estas empresas intermediaras lograron encontraron ofrecerle al consumidor una oferta más amplia que la ofrecida por los comercios tradicionales, para que pueda hacer una comparativa más amplia en calidad y precio.
Empresas como Taskrabbit permite a los consumidores contratar personas para completar tareas que van desde hacer mandados hasta ensamblar muebles; o servicios de crowdfunding (microfinanciación) como Lending Club, que conecta a las personas que necesitan pedir dinero prestado con numerosas personas que financian colectivamente los préstamos. Así como estas, hay una gran variedad.
Economía colaborativa en Perú
A finales del 2020 se realizó un foro virtual “Impacto de la economía colaborativa en el Perú”, por la Universidad San Ignacio de Loyola, donde determinaban que siete de cada diez empresas latinoamericanas utilizan este sistema de gran éxito en Brasil, México, Argentina y Perú.
También resaltaron que este modelo cooperativo y sostenible debe ser aliado de las pequeñas empresas, es decir, con aquellas que no cuentan con servicio de delivery propio ni canales de venta digitales, que dependen al 100% de las plataformas digitales para realizar sus ventas.
En nuestro país startups como Chazki iniciaron como una plataforma de economía colaborativa, donde reclutaba colaboradores freelancers que buscaban espacios de trabajo y los unía con empresas que querían enviar de productos de manera segura. O también está el caso Razqo, que es un modelo de negocio dinámico, en el que dos o más personas asumen los roles como comprador o vendedor.
Es tipo de economía colaborativa cada vez se expande más en Perú y en toda la región, así que los startups deben colaborar con otras para así ahorrar costos y lograr un mayor alcance de clientes. Las empresas ligadas a este tipo de economía podrían generar unos ingresos de 335.000 millones de dólares a nivel mundial en 2025, según estimaciones de PwC.